JUST BEING

Conteniendo la respiración en cada lectura, la emoción en el estómago y la necesidad de continuar hasta el final.

4 feb 2011

34°: Confesiones

Creo que habia esperado ese momento, por dias. Que me dijera todo lo que significaba para el. Que me dijera que sentia lo mismo por mi como lo que yo sentia por el.
-nunca senti nada por una chica. He estado con otras antes. Pero ninguna me ha hecho sentir tan dependiente de ella. solo pienso en estar con tigo. Cada momento en que mi mente piensa te lo dedica a ti. Solo quiero tenerte serca mio y decirte cuanto siento por ti. Desde el primer día en que te via, algo se movio dentro mio. Que algo habia valido la pena estar en ese lugar. Cuando mas tiempo pasaba con tigo mas sentia que me enamoraba de ti. Ahora solko quiero estar con tigo y protegerte aunque se que  al final es al reves., no quiero que me dejes nunca. El tiempo pasaba y no podia ocultartelo mas. pero tu parecias darle la iniciativa al popularcito ese. Como todas las chicas lo hacian. Me decilucione, por lo que preferi arriesgarme y demostrarte lo que siento por ti. Pero me aceptaste, algo que nunca lo habia esperado. De no ser asi, no se que hubiera sido de mi. Pero ahora estas aquí, con migo. Para formar pare de mi vida y nunca dejarte ir. Mi familia te adora, lo que es asombroso por que a mis padres nunca les caen bien alguien q no sea de su propio circulo. Mi madre dice que cuando te invitare a cenar y se ofrecio a provar lo que habias cocinado. Le encanto. Lo que me hace en extremo feliz. Pero con solo la idea de tenerte, me hace feliz.
-te amo-me apresure a decirle. Me encantaba todo lo que estaba diciendo, era lo mas tierno que alguien me habia dicho. Me habia hecho emosionar- te amo y nuca quiero separarme de ti.- lo bese nuevamente. Pero esta vez, fue un pacto de amor, mas que un beso.
Me solto y me abrazo fuertemente. Nos quedamos asi, por mucho tiempo. Disfrutaba de cada momento en que estabamos juntos. Me solto y me tomo de la mano, en absoluto silencio caminamos hacia la playa. Estaba callado, a pesar de lo que habia dicho… algo en mi cabeza cobro sentido solo una frase resonaba en mi cabeza. ”No me dejes nunca” 
-sabes que no voy a dejarte nunca- le susurre cuando me tenia abrazada, sentados mirando el mar.
-por mas que me duela, tengo que pensar en ello. No lo se…-dijo al final.
-esto no es por las vacaciones cierto?
-no-dijo depositando un beso en mi pelo.
-lo se. Cuando todo esto pase. Seguire aquí Mark. Es ella la que va a irse con la victoria. Ann seguirá aquí para ti, para siempre.
-te amo-susurro-
-yo tambiem… y quiero que lo sepas…-lo abrace mas fuerte.
Estuvimos juntos todo el dia juntos. Fuimos a su casa y estaban Ian y su hermano Frank. Los dos eran buenas personas. Me saludaron e Ian me dio un apretón y me preometio que iria el sabado a la fiesta. Tomamos algo  y me invitaron a una fogata que habria en la playa mas tarde. Llame a Mel y le dije que me quedaria con ya sabia quien. Solo se rió y me dijo que no llegara muy tarde.
Mas atrde nos visito la hija de Frank, la sobrina de Ian. Esa pequeña muñeca rubia. Estubo todo el dia con migo. Vi el notable parecido entre ella y su padre. Solo un comentario me hizo pensar. “pasar un rato con una chica joven es bueno” solo reí y cambiaron de tema. Solo quise saber a que se referia con aquello. Pero no pregunte, solo me hice la distraida y continue jugando con una muñeca que llevaba la niña.

33°: Mi cumpleaños

Todo resulto bastante bien… solo hablaron de los negocios que realizaron en Denver y de los lugares que habian visitado. Todo les fue fantastico. Hicieron inverciones. Cambiaron de dueños los negocios que tenian en New York. Estaban totalmente cansados por el largo viaje, por lo decidieron retirarse a descansar. Dejándonos solos en el living. Mark estaba a mi lado. Ninguno hablo.
-no lo puedo creer. Son geniales-era motivadora la manera en que trabajaban. No era ambicion y les llamaba la atención el poder. Era amor por lo quehacian. Ella organizando fiestas de salon y el metido en los negocios.
-¿eso piensas?
-absolutamente. La manera en la que aman lo que hacen. Es… impresionante.
-si…
-¿en que piensas?-le murmure acercando me a el. Solo se apoyo en el respldo del sillon y me abrace a su cintura. El me paso una mano por la espalda. Sonrio.
-te aceptaron-dijo sonriente.
-¿Qué?-fruncí el ceño.
-nada…-beso mi frente y me abrazo.-¿vamos por helado?-asenti. Me sentia pequeña en sus brazos.
 Me llevo a mi casa y me puse a estudiar para un examen del dia siguiente. Cuando ya tenia todo listo agarre El Libro.
Por mas que trataba no podia encontrar lo que habia estado leyendo. Me canse de bbuscar lo que parecia imposible. Comence a leer distraidamente el periodico magico y llego a mi sin haberlo buscado. “Una mujer llamada Dionnys habia logrado rescatar al niño de la muerte. Corría un gran riesgo al proteger al niño jurando algun dia devolverlo donde pertenecia. Nadie sabia de su paradero. Por lo que lo dieron muerto en realidad.
-esta vivo…-murmure.
-¿Quién?-me sobresalte… Zack.
-el de la novela ¿Quién mas?-dije y volvi a la lectura.
La mujer habia desaparecido hacia unos años por lo que no se era posible saber que habia sucedido con el niño. Si bien se sabia que la Reina Siarella escondia sus dotes naturales, podia protegerse de su marido. Pero al enterarse de la falsa muerte de su hijo. La habia hecho enloquecer, provocr a su marido para que la Agreda. Eligio uno de los mejores momentos… cuando estaba borracho. El la mato con un solo golpe. Le tiro con la botella de vidrio en la cabeza, hiriendola gravemente… ella al caer s egolpeo la cabeza contra la punta de la escalera desnucandola… casi se me salian las lagrimas. El principe nunca se entero de que el pequeño fuera su hijo, pero las sospechas calleron a el cuando se lo dio por muerto. El habia conseguido hablar con la reina pero nadie supo nada de ese encuentro. Luego desaparecio y tiempo después del conflicto. Se rumorea que desaparecio junto con la otra princesa…al parecer no se pudo conformar con una y ahora huye con la otra…” pare de leer, no podia creerlo.. asi que pensaban eso de mi…
-¿Qué paso? ¿no hay final feliz?
-desde luego que no…-dije y me levante del sofa para ir a atender el timbre. Eran unos amigos de Brad, los hice pasar sentandolos en el sofa diciendoles que enseguida venia.
Subi a mi cuarto para recostarme, habia sido un dia largo y queria descansar. Como cada noche me llamo para desearme dulces sueños.

El dia martes habia pasado rapidamene y no vi a Mark por que estaba haciendo planes con los de la manada. Al parecer se habian amigado con “los del otro lado” como los llamaba el. Trabajaban juntos cada dia. Me alegraba que asi fuera. Si no todo estaria perdido para cuando me fuera y no serviria de nada.
Me habia dormido en mi cama escuchando musica. Me sobresalto el telefono que comenzo a sonar. Lo atendi absolutamente dormida.
-¡Feliz Cumpleaños!-me dijo totalmente emocionado.
-gracias amor-esas palabras me salieron de la nada… me quede totalmente impresionada de lo que dije. El tambien parecio sorprenderce quedando se callado-emm.. estaba durmiendo-le dije tratando de excusarme por esa pequeña palabra. El rio nerviosamente.
-esta bien… mañana paso por ti. Te dejo seguir durmiendo
-ok, adios-le dije cuando me decidia a cortar.
-Annie…-me dijo para que no corte- te amo, que descanses-me dijo con una ternura que me dejo paralizada.
-tambien te amo- le conteste sinceramente. Colgo. Mi corazon daba brincos de felicidad. Esas simples palabras movian los cimientos de mi mundo. Pero lo mejor era que tenia de quien sostenerme.

Bajaba las escales, me habia puesto un pantalón blanco con una blusa en color gris y rosacon las zapatillas DC en gris y rosa tambien. Cuando baje mi hno mayor y mi cuñada estaban ahí con el desayuno preparado. Todo estaba en el desayunador preparado y dos paquetes sobre la mesa. Uno decia Ann y el otro Zack. Los salude y acepte el paquete. En el estaba mi preimera tarjeta de credito, la que años atrás habia prometido que me regalaria con mi mayoría de edad. Reí y le agradeci. Deje que Melody me peinara con una trenza cosida y me hicicera un jopo. Espere que bajara mi hno, lo salude, desayuno y nos fuimos.
Cuando llegamos la primera en saludarnos fue mi mejor amiga y su hermano mayor que asistia a la escuela.
Puedo decir que la primer hora paso demasiado lento. No dejaron salir a nadie hasta que unos papeles del profesor aparecieran. Esas actitudes me parecían de niño pequeño.
Paseaba por el pasillo de la biblioteca buscando un libro para ciencias. Para tener una tarea terminada antes de irme de vacaciones.
-Feliz Cumpleaños-susurro en mi oido.
-gracias- sonrei gentilmente, pero no gire.
-es para ti…-susuro detrás de mi. Me obligue a girar. Extendia hacia a mi una caja cuadrada mediana. Con un moño rojo y las sintas en azul.
-no puedo…-
-por favor… ¿Qué haria yo con esto?- ¿Cómo podia ser mable con migo cuando yo era tan mala con el? Ya lo habia rechazado muchas veces. ¿eso no alcanzaba para alejarse?
Tome la caja.
-gracias-le sonrei y lo habri. Abri la boca, pero nada salia de ella. era un collar con la cadena en una torzada, color plata y uinos finos labrados alrededor de una esmeralda. Lo mire y el sonreia de oreja a oreja
-¿te gusta?- me sonrio aun mas…
-pero…
-no tiene devolucion-se puso serio.
-si me gusta… pero… no puedo…
-lo siento, pero los regalos no se devuelven. Ya es tullo- me dio un beso en la mejilla y desaparecio. Me dejo con ese collar que debia costar miles de dólares, en mi mano. La verdad estaba presioso. Pero era demasiado. Lo guarde en mi bolso. Segui buscando el libro y luego me dirigia mi clase de Biologia. No verlo dar las clases tan particulares que daba me hizo extrañarlo aun mas. no habia nada oficial. Pero esas pequeñas palabras habian significado mucho para mi.
En el almuerzo estuvimos con mi mejor amiga mi hno y Max. Una chica que habia conciderado mi amiga durante las clases que estaba en casi todas con migo y siempre hablabamos. Ese dia por ser mi cumpleaños l epregunte s queria estar con migo y parecio llevarse bastante biien con Max. Si segui reuniendo gente, tal vez me declararia cupido.
El contraturno de Laboratorio Cienifico me parecio lo mas aburrido del mundo. Los analisis a la anatomia de los insectos eran realmente aburrido. Pero realice mi trabajo con éxito. Estaba totalmente desconectada del mundo de la biologia. Mi mente solo giraba alrededor de una sola persona. ¿Cómo es que se podia sentir tanto hacia una persona? Desearia saber cuanto era lo que se querian mis padres como para casarse. Pero no los padres de Emma. Si no, mis padres. Los padres de la verdadera perona que era, Ann. Sabía que mi madre, Martine, era diseñadora de modas cuando mi padre Stephen, la conoció en un importante evento. El era fotógrafo y lo único que habia en su obra de arte era mi madre. La creí el centro de su universo. Se casaron y tuvieron tres hijo. Pasaron problemas como todos los matrimonios y el resto… ni siquiera quiero recordarlo.
Cuando menos lo esperaba tocaba el timbre de salida. Junte mis cosas rapidamente y sali de la clase.
Cuando iba bajando las escaleras el estaba apoyado en su relusiente camioneta negra. Vestia un jean oscuro con una camiseta blanca y una chaqueta negra. Estaba tan lindo y relucia una enorme sonrisa y sus hermoss ojos que solo me miraban a mi. Me senti tan enamorada en ese momento. Nunca crei que podria sentir algo así por alguien. Pero es que el era capas de hacerme sentir en el aire. Que solo el me sostenía a lo solido. Pero tener que dejarlo dos interminables semanas dolia. Camine hacia el rapido pero tratando de que se viera natural. Cuando me ve me estrcha entre sus brazos y me rode la cintura para abrirme la puerta de su auto.
-¿Cómo ha estado tu dia?- pregunta saliendo del estacionamiento.
-¿hasta ahora?... bastante bien- le conteste abrochandome el cinturón de seguridad.
Mientras hablabamos cosas sin importancia. Me llevo a mi lugar favorito en todo este lugar, la playa que estaba algo alejada de su casa. Supuse que era para que nadie nos molestara. Me pregunto si habia almorzado y le dije que si. Descendi del auto y cami hacia la paya mu espacio. El me levanto por la cintura y me hizo dar un circulo en el aire. Dejandome justo en frente de el. Tomo mi rostro entre sus manos y me dio un beso. Me abrace a su cuello y el se abrazo a mi cintura. Fue el beso mas largo que habiamo stenido hasta ahora. En el habia desesperación, ganas de no separarse nunca, miedo a perderlo, miedo a separarme de el siquiera un minuto. En ese beso habia amor. Después de un rato se separo de mi para poder respirar pero no se alejo mucho de mi rostro  ninguno de los dos nos soltamos.
-Feliz Cumpleaño-me dijo a centímetros de mi boca.
-Gracias-dije mirandolo a los ojos.
-no puedo esperar mas para decirtelo.-dijo algo nervioso
-¿Qué?-le exigi despacio sin soltarlo ni alejarme. 

32°: Sorpresa.

Me puse algo cómodo pero bien vestida para ir a almorzar con Mark. Me puse unos jeans negros. Con una remera musculosa que era fruncida debajo del busto y suelta en el resto del cuerpo color verde medio. Mis zapatillas Adidas superstar negras. El cabello suelto como siempre. El bolso color crema a mi hombro. Agarre mi chaqueta y salí del cuarto. Desayune con Zack, el manejaba como siempre. Me senté, me recosté en el asiento y cerré los ojos me sentía algo cansada.
-¿vas a decirme si paso algo o no?
-te juro que lo matare si se atrevió a hacerte algo...-dijo amenazante
-despreocúpate. Me cruce con alguien que me puso de mal humor. El pobre inocente no tiene nada que ver. Fue muy amable al traerme a casa-dije sin abrir los ojos.
Me di cuenta de que estábamos llegando y abrí los ojos.  Me enderece y me acomode para salir-enserio Zack, no paso nada. No le digas nada.-el asintió seguro. Era la primera vez que veía que Sarah nos esperaba en la entrada o mejor dicho lo esperaba. Baje del auto y me encamine hacia Sarah, la salude y estaba por irme
-Annie, necesito hablar con tigo-me dijo antes de que llegara mi hermano.
-¿en serio?- ella frunció el seño y asintió
-en el receso hablamos…-me dijo al ver que venia Zack
-este bien-dije y me fui.
La primera clase era laboratorio, me divertí bastante. Me había tocado un grupo de chicas y un solo muchacho que nos hizo reír bastante. No paraba de conocer gente con la que debía encontrarme eran como un imán y llegaba a mí así de la nada. Eso me alegraba. En el receso espere a Sarah a la salida. Me dijo que tenia que hacer una cosa, estaba molesta con ella. Había algo que no me estaba contando. Me senté en una mesa del patio. No había Terminado la tarea de ciencias. Cuando sonó mi teléfono y sin ver atendí.
-aló- dije.
-adivina que-dijo totalmente emocionado.
-¿Qué Mark?- dije prestando atención en lo que debía hacer.
-siento llamarte tan temprano es que estoy tan emocionado. Mis padres llamaron y vendrán mañana.
-eso es buenísimo-.dije emocionada. Sabía que tan feliz lo hacían sus padres. Que lo veían tan poco. Creo que su hermana Mery lo llamaba con más frecuencia que ellos.
-si lo se-dijo tras una risa leve. Podía imaginarme su enorme sonrisa.-solo quería preguntarte una cosa- deje mi tarea a un lado
-dime-le preste atención a su repentino cambio de humor
-solo quería preguntarte si querrías almorzar con nosotros mañana, también estará mi hermana. Pero si te parece algo demasiado rápido yo solo…
-Mark-lo interrumpí. El se quedo callado esperando mi respuesta. Sabía que lo haría feliz y haría lo posible por que disfrutara mientras estuviera.- me encantaría cenar con tu familia-sabia lo que eso significaría. Una presentación formal. Pero n me importaba. Solo quería verlo sonreír.
-¿lo dices en serio?- asegurándose de lo que había oído.
-claro que lo digo en serio. Se lo que eso implica, pero no me importa. ¿No veremos hoy?
-una promesa es una promesa-dijo tan alegre otra vez. A veces era como los niños.
Saludo y luego colgó. Ese día era la primera vez que conocería la casa de Mark.
El día pasó lo más rápido que pudo. En la clase de ciencias y tecnologías nos dijeron que habría un viaje después de volver de las vacaciones. Otra vez la mención de las malditas vacaciones. Cambio de tema rápidamente desviándose de a donde iríamos y cuando menos me di cuenta la clase estaba terminado. En la siguiente hora termine un examen y me dirigí a la biblioteca. Era mi lugar favorito en todo ese lugar. Me quedaría  leyendo hasta el receso pero no oí el timbre y me quede leyendo E Libro. Toda esa magia qué contenía para mi era importante. Si alguien fallecía, su alma era absorbida por el y todo el conocimiento era almacenado aquí. Descubrí en una de las páginas que hablaba de mi hermana. Hasta que termino por trasformarse en el diario de Siarella Duké. Su historia de amor con el príncipe de las lejanías era algo que el corrupto padre no aceptaba. Por que así las tierras volverían a su poder. La historia comenzó a atraparme cada vez más. Se rumoreaba que la princesa heredera, estaba embarazada del príncipe. Que su hijo era de la raza de su padre y e ella. Por eso tubo que ser pasado por muerto. Los reyes lo mandaron a matar y tiempo después se dijo que el niño…
-¡Annie!-salte de mi asiento. Cerrando el libro de golpe
-¿Qué pasa?-dije asustada
-te he estado buscando por todas partes-
-¿ha si?
-Saliste tan temprano de la clase y luego te perdiste….- me contó lo que sospechaba. Que mi hermano le había preguntado si quería ser su novia. Estaba completamente feliz. Eso me alegro por ella, pero me inquietaba por el hijo de Siarella, el que había llamado Ekim. Claro todo ese tiempo había estado siega. Siempre me pregunte el origen de ese nombre. Pero ahora me daba cuenta. Era el nombre de Mike al revés. Si era su hijo. Solo quería saber que habia pasado con el, si en verdad estaba muerto o estaba vivo. Casi no escuche lo que decia Sarah, solo estaba comprovando mis conjeturas. Le sonrei y asentia. Pero mi cabeza, estaba en otro lado.
Cuando Mark paso a buscarme estaba sumida en mis pensamientos, no podia evitar salir de ellos.
-… voy a suicidarme- escuche despacio
-aja..-le dije hasta que caí en lo que habia dicho-¿Qué?-lo mire con los ojos como platos
-al fin me escuchas…-exclamo dandome una mirada leve.
-lo siento estoy con la cabeza en otro lado…-me recoste de costado solo para verlo a el. El no decia nada. Cerré los ojos-descubrí algo que ha estado en mi cabeza y no puedo sacarlo.-susurre
-¿Qué descubriste?-dijo prestandome atención.
-el hijo que iba a tener mi hermana tal vez no este muerto. A demas… no era el hijo de su esposo. Si no de mi amigo, que fallecio.-abri los ojos.
-¿estas segura?-
-no, pero por eso… mi cabeza ha estado en eso… lo siento. Se que estas tan contento…
-no importa- estaciono, dejo el volante para besarme en los labios suavemente. Acaricio mi mejilla- esto tambien es impartante para ti- le sonrei y volvi a besarlo.
-estoy lista para cocinar- le dije sonriendo.
Su casa si era hermosa. Era una tipica cabaña de madera pero enorme. Tenia unos escalones en la entrada y era una puerta corrediza de dos hojas.
El interior era muy iluminado, tenia ventanas por todos lados. Separo las cortinas oscuras de las claras para que entrara la claridad. Me tomo de la mano y me llevo a la cocina. Una hermosa parte de la casa. Azulejos blancos, cortinas en tonos verde manzana, el decorado en verde tambien. La vajilla, todo estaba totalmente al tono.
-este lugar es hermoso. Todo tan bien decoado-
-lo decoro mi madre, a eso se dedica..-dijo sacando las cosas de la heladera
-me encanta- dije admirando uno de los cuadros y abri la ventana. Un hermoso paisaje a la playa estaba en frente de mi. El se acero y me abrazo por detrás apoyando su cabeza en mi hombro.
-¿lindo no?
-precioso-susurre. Me dio un beso en el cuello
-ya esta todo-me solto.-te dejo hacer tu magia- me guiño un ojo y se retiro dejandome toda esa cocina para mi. Su plato preferido era la carne asada con una buena guarnicion de papas, tomate, zanahoria.. bastante completa.
Puse las manos a la obra. La carne en el microondas a descongelar, pelar y cortar las verduras en cubos. Para ñuego cocinarlas. ¡eso! El agua a hervir. En una sarten comienzo a gratinar las zanahorias con azucar, comienza a salir un aroma delicioso de la sarten. Preparo la carne y la meto en el horno. Las verduras hierven rapido. Comienzo a preparar la salsa que acompañara la carne. Haciendo dorar la cebolla bien chiquitita para juntarla con el morron en cubitos chiquitoa.
Cuando ya esta casi todo listo voy al comedor para prepar la mesa y me encuentro con todo preparado. Un fino mantel blanco, platones de porcelana blanca con copas y un  vino blanco sobre la mesa.
-wuaw…-exclame. Volvio a sorprenderme por detrás tomandome por la cintura y haciendome girar.
-es todo para ti- sonrio y le debolvi la sonrisa
-ya esta todo listo..
-espero ansioso ese almuerzo- reí, me solto y me fui a la cocina. Traje con migo dos platos bien adornados el ya estaba sentado a la mesa y me indico que me sentara a su lado.
-¿Qué no es una de esos en que se sientan unoi en frente de otro?
-no, por que vas a irte y ya del otro lado de la mesa me parece que estas lejos-rei-dejame disfrutar de tu comida-dijo ansioso. Estabamos comiendo, degustando de la comida. Mark que estaba a mi lado me abrazo de costado y me dijo al oído
-esta delicioso-yo solo rei.
Levante todo de la mesa y me dispuese a lavar los platos. Estaba terminando y Mark me abrazo por detrás.
-que te parece si vamos por el postre?
-mmm… depende de que me estes proponiendo.
-un helado-rei y segui lavando. Alguien se aclaro la garganta detrás de nosotros. ¿siempre de la misma forma?. Giramos con rapidez. Tenia en mis manos el repasador. Me quede helada cuando vi quienes eran.-¿Qué hacen aquí?-dijo Mark.
-parece que llegamos en mal momento…-dijo secamente su padre. Dandome una ojeada. Creo que en ese momento mi cara parecia un tomate.
-creí que te alegrarias de vernos, hijo-dijo su madre con una voz chillona.
-emm.. si pero crei que vendrian mañana.
-te equivocaste…-dijo su padre y me miro de nuevo.
-lo siento-dijo Mark -mama, papa, ella es Ann n-no aclaro nada mas. solo sonrei.
-un gusto en conocerte cariño-me dijo su madre
-gracias, igualmente-dije algo nerviosa. No sabia que esto seria tan difícil. Mark estaba mas nervioso que yo, por lo que le quite ese sentimiento para que pueda hablar.
-por favor… bamos al living a hablar- dijo tranquilamente. Ellos se retiraron.
-¿Qué me hicicste?-susurro
-crei que necesitabas calma-susurre-gracias-me apreto la mano-¿vamos?
-asenti. Me solto y llevo dos copas de vino a sus padres. Los nervios me consumían. sentia la mirada de ambos y yo solo miraba por la ventana del costado.

29 ene 2011

31°: Tristeza Ajena

Entraba en la casa y Brad me esperaba sentado en la sala. Fingí no verlo y seguí caminando.
-se que me viste- me di vuelta totalmente molesta y lo mire. Tenia las manos en los bolsillos.- no me gusta pelearme con ninguno de ustedes. ¿A dónde estuviste?
-en la playa-era cierto.
-¿con?
-¿Por qué tantas preguntas?-me miro insistente-un amigo-dije molesta. Podía usar mi poder hacerlo olvidar todo, pero con ellos no me gustaba. Me aguantaría los sermones. Suspire y lo mire con pesar.
-¿Quién es?
-un amigo-dije firme
-solo quiero que sepas que vas a irte con nosotros a ese viaje. Te niegues o no.-asentí y me fui. Ya le había dicho eso a Mark por lo que no me preocupaba. Pero me sentía mal. Recién estábamos empezando y tenia que dejarlo así sin más. Me dolía tener que dejarlo. Pero trataría de que se pasaran lo más rápido posible. Me tire en mi cama. Ya era de noche cuando mi teléfono comenzó a sonar.
-hola-dije totalmente abatida. Ni si quiera vi quien era.
-ya te extraño-dijo con su dulce voz. Sonreí  cerré los ojos.
-yo también-murmure.
-¿Qué te pasa?-dijo con total preocupación
-de todo- sentia el maldito llanto en la garganta.-dime
-no dime tu…
-cuenda pueda hablar te contare-no subí mi tono de voz.
-hable con la manada. Les dije que conocía el motivo. Aceptaron como les dije que debían expandirse más. Mezclarse y estar atentos.
-suena bien. Me gusta que trabajen juntos-dije sin elevar la voz
-corazón, no puedo oírte así.
-lo siento. Es que no me siento bien. Hable con mi hermano y me dijo que me niegue o no tengo que ir a ese maldito viaje.
-no te preocupes estaré esperándote. Además, estuve pensando. Es mejor que estés lejos. Solo así por un tiempo ara que te busquen por aquí y así podremos actuar.
-lo se. Ten cuidado.
-¿estarás bien? Ya mismo podría estar ahí.-reí
-no es necesario. Estaré bien.
-OK-
-¿Mark?-susurre
¿Si?
-te quiero-
-yo te quiero mas- me dijo-espero verte mañana.
-claro-
-adiós- nos despedimos y al rato me quede dormida.
Desperté a media noche. Toda entumecida y con hambre. Me cambie por el piyama y baje para comer algo. Me mire en el espejo del pasillo. Tenía los ojos hinchados y me dolía la cabeza. Tome una pastilla para el dolor de cabeza y me senté en la mesada a comer una manzana. Tome mas agua y me fui a recostar de nuevo.
Algo me reprimía el corazón sin saberlo. Llore hasta quedarme dormida.

Estaba allí parado mirándola. Una tristeza me invadía, la envidia al lobo crecía aun mas.

30°: Primer Paseo.

Me levante totalmente molesta por lo del día anterior. Desayune y cuando me hablo Brad parecía un perro furioso. Le conteste mal y por poco lo muerdo. Zack se quedo callado e impresionado por mi actitud. Me dirigí molesta hacia el sofá donde tome un libro y me quede allí, pretendiendo leer. Podía escuchar los cuchicheos desde allí
-¿paso algo anoche?-pregunto Brad totalmente preocupado
-no…-dudo un par de minutos-Ho Ho…-dijo de repente
-¿Ho Ho que?-exigió en voz baja Brad
-ayer cuando quería venirse a casa. No la traje yo por que insistí en quedarme…
-¿Qué?-dijo apenas más fuerte
-la trajo Max. Podría ser que…-se callo derepente-este molesta con el-se apuro a decir
-voy a matarte. ¿Cómo permites  que tu hermana se venga sola con alguien a quien ella no conoce? Es tu amigo no el de ella- lo reprendió Brad- si solo se ocurrió hacer algo voy a matarlo y luego a ti.
Me levante desde donde estaba. Pasando por la cocina.
-podrían ser mas discretos si quieren hablar de mi o por lo menos donde no puedo oírlos.- se quedaron absolutamente callados y subí las escaleras. Aun andaba en piyamas. Ordene mi habitación y me cambie de ropa. Elegí unos jeans azul claro, una musculosa blanca con una mas corta de rosas rojas por enzima. Con mis Adidas Keith haring. Llevaba el cabello totalmente suelto y natural. Sonó mi teléfono y al ver quien era sonreí.
-¿aló?-dije fingiendo no saber quien era.
-hola-dijo con tanta ternura-¿Cómo estas?-casi susurraba.
-bien desde que llamas…-no mentía
-¿Por qué?-quiso saber
-una mala noche, eso es todo.
-entonces ¿quieres pasar de una mala noche a un buen día?
-depende la propuesta…-dije pareciendo importante.
-¿quieres ir con migo a pasear por la playa?
-creo que lo prefiero.
-pasare por ti en unos minutas
-no te tardes-colgué. Me senté en la ventana de mi habitación. Golpearon la puerta de mi habitación
-¡largo!-grite
-¡vete al demonio!-me grito Zack. Vi la camioneta negra estacionar en la puerta de mi casa. Baje a toda velocidad las escaleras. Con la chaqueta en la mano. Abrí la puerta
-¿a donde vas?-dijo Brad a mis espaldas.
-me voy, no me esperen- dije saliendo de la casa. Me subí en el acompañante y arranco.
-hola-dijo todo sonriente
-hola-le sonreí
-¿me extrañaste?-pregunto
-de seguro-le sonreí. Discute del viaje, el sol, la brisa fresca y su compañía. Dejo su camioneta en una calle y caminamos hasta la playa. Cuando caminábamos en silencio por la arena me tomo de la mano, entrelace mis dedos a los de el y le presione suavemente la mano. Caminamos así un rato. De pronto se agacho y alzo una piedrita con forma de corazón y me la entrego. Le sonreí -es hermosa-dije. Era de un color nacarado. Me la guarde en el bolsillo. Hice puntitas de pie y le bese la mejilla. El solo sonrío. Nos sentamos en un tronco a observar la preciosa vista. Seguimos tomados de la mano. En ese momento no eran necesarias las palabras. Me apoye en su hombro y el me
 Envolvió en sus brazos dando me un abrazo. Apoye mi frente en su cuello y le un beso en ese lugar. Apoyo su mentón en mi cabeza. Entrelace mis brazos a su cintura. Alguien se aclaro la garganta detrás de nosotros. Nos soltamos y nos paramos enseguida.
-Ian…-dijo molesto. Mi cara  se puso del mismo color que un tomate y desvíe la vista por un par de momentos. El estaba con la misma pequeña del otro día.
-Annie!-dijo feliz-¡al fin vienes a visitar!
-Ian, que gusto verte de nuevo. Hola pequeña-dije estirando los brazos. Ella enseguida estiro sus pequeños bracitos hacia mí y la tome en brazos
-¿Qué quieres?-dijo cortante Mark. Me senté en el tronco con la niña en mis piernas.
-mira-le enseñe la piedrita con forma de corazón-¿te gusta?-ella asintió. Sentí unos pasos y pude adivinar que se alejaron un poco. Acaricie su ondulado y corto cabello. Parecieron gustarle mis pulseras. Eran muchas de todos colores de hilo elástico- ¿te gustan?- reí y ella volvió a asentir con una sonrisa mirando me al rostro- ¿quieres una?- ella asintió mostrando sus perfectos y pequeños dientecitos blancos. Tome una color rosada, eran algo grandes por lo que le di doble vuelta alrededor de la muñeca y comprobé que no le ajustara. Era tan preciosa.
-tenemos que irnos Hambre.-dijo detrás de mi. Me levante con la niña en brazos y se la entregue. Lo envolvió con sus pequeños brazos  su cuello y lo miro con cara suplicante- no puedes quedarte. Tu mama va a matarme si no te llevo temprano- ella lo miro aun mas desoladamente- no podemos…-le dijo- bueno chicos, nos vemos luego. Adiós-
Saludamos y se fue con la preciosa niña.
-¿la conocías?-me pregunto.
-me lo cruce en el centro comercial y estaba con niña. Es preciosa.
-si...-se sentó., tenia cara de preocupación. Me senté a su lado y me envolví a su brazo.
-¿Qué sucede?-le dije lo mas suave que pude. El suspiro.
-¿nunca te conté sobre la… manada? ¿Cierto?-negué con la cabeza- Matt, es el segundo al mando, Ian es un rastreador, no puede estar quieto. Jaren  es mi otro mejor amigo, como hermano para mi al igual que Ian, el es identificador. Su memoria para guardar anteriores cazas es impresionante. Por ultimo esta Liamn, el es rebelde, el ultimo que se agrego a la manada. Nunca de acuerdo con lo que tiene que hacer. Pero a la vez uno de los mas especiales.-sonrío y le acaricie la mejilla.
-¿Quién es el que esta a cargo de la manada?-sabia ala respuesta pero quería escucharla de el.
-yo soy el que esta a cargo de la manada. Soy el depuro linaje. Fue duro acostúmbrame pero pude sobrevivir y ahora, he aceptado quien soy- dijo en tono bajo.
-la chica que esta a tu lado también te acepta como eres-el me miro y con mi mano hice que se acercara para besarlo. Sus manos me rodearon de inmediato. Eran tan calido, tan especial, lo quería. Me parecía un pensamiento egoísta pero de verdad lo quería para mí. Una de sus manos se enredo con el cabello de mi nuca t me acerco mas a el. Evitando que me separara del, cosa que no pensaba hacer.
Paseamos de la mano nuevamente por la playa. Elogio mis zapatillas y le dije que no era partidaria del gasto innecesario. Pero si me hablaban de zapatillas, tenia tantas… eran mi debilidad. Después de hablar tonterías por horas y de reír por todo.
-¿Qué quería decirte, Ian?- le pregunte despacio. El se quedo quieto y sin soltarme se paro en frente de mí.
-hubo un enfrentamiento con los del otro lado hoy demasiado temprano. Solo dijeron que estaban en algo limitado.
 -¿Qué es lo que te preocupa?
-no saber de que se trata y por que. Pero como jefe debía enterarme lo antes posible y  dales el visto bueno. Pero no lo se- automáticamente lo solté y saque mi teléfono-¿Qué…?-marque y me di vuelta.
-hola-dijo todo meloso.
-¿Qué creíste?-dije furiosa-¿que no me enteraría? Sabes perfectamente lo que te pedí y no accederan y eres orgullos- le recrimine.
-lo siento. Pero es así hace años. No voy a ceder solo pór…-se callo.
-¿solo por que? ¿Te das cuenta de lo que has hecho?
-lo siento…
-ya es tarde para eso- cerre mi telefono.
-¿de que se trata todo esto?-dijo Mark
-tu no lo sabias aun y no podia hablar con tigo. ¿Recuerdas la otra tarde cuando te dije que estaban siguiendo me?-el asintió- eso solo significa una cosa… que saben que estoy aquí y que saben quien soy. Tengo que irme- el abrió los ojos como platos-solo serán dos semanas, hasta que me pierdan el rastro.
-no puedo dejarte ir. No ahora…-se acerco y envolvió con sus brazos la cintura y me miraba de muy cerca-no ahora cuando estamos empezando- le sonreí y tome entre mis manos su rostro
-son solo vacaciones. Además debes quedarte para controlas los perímetros en mi ausencia. Cuando yo vuelva, ya no va a ser falta- lo bese despacio en los labios-¿lo Haras? ¿Por mi?- el negó con la cabeza.
-no puedo separarme de ti ¿y si te pasa algo? No puedo quedarme aquí como si nada- lo abrace
-¿y crees que yo quiero irme? Solo no lo hagas mas difícil de lo que ya lo es.- el me abrazo fuerte.
-¿Cuándo te vas?- eso ya era un si.
-el domingo por la mañana.-susurre contra su cuello.
-¿con quien vas?
-con mi familia.-me aplaste mas a el, iba a extrañarlo.

Tener que separarme de ella cuando apenas estábamos comenzando era doloroso. Ese día me había besado con desesperación, ella no era así y ahora sabía por que. Ella se iba. Pero prefería saberlo por ella y ahora y no un día antes de que se valla y por otra persona. No entendía la relación que tenia con el vampiro. Después tendría tiempo para preguntarle. Lo único que quería era aprovecharla lo más posible. Me apenaba haber pedido el pase, pero ya no había marcha atrás. Además no me permitirían estar con ella si estaba allí dentro. No había nada firme, pero sabia que éramos algo más que amigos. Le prometí pasar por ella en la tarde y me dijo que el miércoles seria su cumpleaños y el sábado haría una fiesta. Estaría allí con dos de mis amigos. Pero solo estaría con ella por que seria el último día en que la vería. El miércoles no pensaba separarme de su lado. No quería ser algo rápido, pero esta semana estarían mis padres en mucho tiempo. No sabia como reaccionaria ella. Tal ve no le molestara o tal vez pensara que era algo pronto. La lleve a su casa antes de que cayera el sol. Me dijo que me fuera lo más rápido posible, que después ella me explicaría. Me fui con un dulce y rápido beso que me había dado en los labios. Se bajo y camino hasta su casa con una delicadeza única. Su largo y lacio cabello ondeaba en su espalda. Me saludo  y me fui. Era tan especial. Pero había algo que aun daba vueltas en mi cabeza. Cuando ella menciono hacia mucho <<lo que paso es parte del pasado>> con respecto al vampiro. Quería saber todo de ella pero a la vez no sabia que tanto quería saber. Me fui con la manada, había tomado una decisión.

29°: La Fiesta

-hermosas…-dijo Max. Fuimos en mi auto rojo. Lo que mucho no me había convencido de mi vestuario era que el vestido era algo ajustado de la cadera para abajo y era algo corto. Pero al final… no me lo ponía para seducir a nadie. Solo por que era mi preferido.
-gracias-dijimos al mismo tiempo.
Cuando llegamos, había una gran cola para ingresar. Mi hermano mostró unos pases y nos dejaron entrar sin hacer cola, al parecer mi hermano era conocido allí. Varios lo saludaban al pasar.
-no esperaba encontrarte en este lugar…-a pesar de que la música electrónica sonaba demasiado fuerte, esa voz no se perdía por nada. Su murmuro a mi oído hizo que se me pusiera la piel de gallina.
-ni yo…-dije sin mirarlo. Seguí caminando al lado de Sarah.
Prácticamente lo ignore toda la noche. No quería ni acercarme. Pareció tomar mis indirectas y no se me acerco en toda la noche. Bailamos con Sarah, aunque de a ratos se la llevaba mi hermano. Tenia que quedarme con Max, bailaba bien y me hacia reír. Una muchacha se acerco a Max y aprovecho para agarrarme de un brazo y alejarme
-no quiero bailar con tigo-le dije y me gire. Me tomo de la mano y me llevo a un lugar donde no había tanta gente.
-podemos evitar hablar…-dijo sonriente, apoyándome contra una de las paredes.
-no quiero que esto se vuelva a repetir-le dije apartándolo.
-¿te conformas con tan poco?
-ya déjame en paz…-quería sacarme lo de enzima.
-ya la escuchaste, Adam. Solo déjala-no reconocí esa voz pero si el rostro-no armes un escándalo aquí- lo habían presentado como Jason, primo de la familia. El se aparto de mí. Me aleje sin decir nada. Idiota. Se creía que iba a poder manejarme como una muñeca. Me acerque a Sarah que estaba en la barra. Intercambiamos un par de palabras y tomamos un trago. Le pedí a Max que me llevara a casa por que mi hermano insistía en quería quedarse un rato mas por que aun era temprano y Sarah miro con cara suplicante y acepte que me llevara él. Me llevo sin decir nada.
 Estaba en piyama, una musculosa simple color crema y  un short de razo del mismo color con puntilla en los bordes. No podía conciliar el sueño, no tenia sueño. Estaba sola en casa. Recostada en el Lillo. Me sobresalto el timbre, a esa hora era extraño. Observe por la mirilla, bufe. ¿Qué hacia el en mi casa? Automáticamente me gire y susurre
-no pienso abrirte-
-¿Por qué no quisiste abrirme?-dijo a mis espaldas cuando iba subiendo las escaleras.
-lárgate-dije amargamente
-¿Por qué?-dijo penosamente contra mi nuca. Gire y estaba a centímetros de mi cara.
-por que yo lo digo. Esta es mi casa. Vete, no te di permiso para que pasaras.
-no necesito permiso para nada.-lo mire con asco.
-¿Qué es lo que te pasa? Nunca pensé que a los vampiros les hiciera efecto el alcohol.
-tu me pasas. Ya no soporto mas estar lejos de ti. Trate de alejarme, pero verte con ese…-hizo una mueca desagradaba-y lo que piensa cuando te mira-cerro los ojos- me enloquece, solo querida alejarte de ese idiota y tenerte toda para mi.- abrió los ojos despacio.
-te diré lo que pasa. Estas acostumbrado a que todas se rindan a tus pies. Me persigues solo por que te rechazo, ya déjame en paz, lo que paso fue un error. Lo siento. Pero no soy una mas. No quiero saber nada de ti, aléjate y llévate con tigo las seducciones de niño malcriado. Camine de nuevo a mi cuarto, dejando lo allí. Me recosté y obligue a mi mente a dormirse.

28°:Posibles Amenazas

Poco a poco nos fuimos soltando y me llevo a buscar mi auto para irme a casa.
Ahora alli acostada en mi cama trataba de pensar claramente. Me llamaron para la cena, comijmos en cilencio. Mel hizo una que otra acotacion sobre los planes de la fiesta y solo le di la razon. No tenia ganas de hablar.
Cuando termine de levantar la mesa y nos habian dejado a las mujeres con la limpieza. Fui y me sente detrás de Mel que lavaba los platos. Comence a comer una manzana.
-¿Cómo se llama?-su comentario me sobersaltó-
-siempre es intuición…-dije
-tambien tube tu edad…
-Mark Deins…-dije despacio. Ella solo asintió despacio.-¿Qué le molesto a Brad la otra noche?
-¿sabes?... te ve tan mujer, tan grande… el sigue teniendo esa imagen de ti de niña indefensa. Pero al darse cuenta de que estaba equivocado tuvo miedo. De que en cualquier momento haras lo que el hizo. Ser independiente.-asenti.-¿Qué es lo que sientes por el?- giro y me miro. Suspire y sonrei
-que no quiero apartarme de su lado nunca mas…- ella sonrio.
-es lo que yo siento por tu hermano. Es… mi vida gira a su alrededor. Me moriria con solo penssar de podria pasarle algo si no esta a mi lado. Me encanta despertar cada mañana y verlo a mi lado. Que de tantas mujeres, el me eligio a mi y me quiere solo ami.- le sonrei.-¿estas segura de que el siente lo mismo estando con tigo?-asenti otalmente segura- mañana te espero temprano para ir de compras para el siguiente sabado. ¿ok?
-ok-dije feliz. Mi cumpleaños caeria miércoles pero la fiesta seria el sabado, el último dia que pasariamos en Newport.
Al otro día nos levantamos tempreano, solo nosotras. Compramos todo lo necesario. Hablamos de cosas de mujeres. Como grandes amigas, nos cruzamos con unas colegas y nos quedamos tomando un café. Estabamos en el centro comercial, cuando me di cuenta que me tiraban indirectas para ir al baño. Seguro querian hablar un tema en privado y fingí ir al baño.
Caminaba hacia el baño cuando vi a Ian, uno de los mejores amigos de Mark y saludo con la mano vistosamente. Me acerque a el, venia de la mano con una niñita.
-hey!-dijo dandome un fuerte abrazo-¿Qué tal Annie?
-bien-sonrei y mi re a la niña. Una hermosa rubiesita de ojos celestes. No pasaba los dos años de edad.
-ella es Amber, mi sobrina
-es hermosa-me agache y le acaricie la rosada mejilla-hola Amber-salude
-hola-dijo bastante clarito con una dulce vocecita chillona y miro a Ian. Me levante.
-divina…-dije.
-ya no te vemos por alla-me acuso y le sonrei
-lo siento es que no he tenido tiempo…-el hizo una mueca-¡hey! –dije acordandome- espero verte en mi fiestas de cumpleaños el sabado
-me parece genial. ¿Mark ira?
-supongo que si…-le sonreí
-ok, devo irme-asenti
-adios- siguió su camino con la niñita en sus brazos.
Volvi con las mujeres. Reimos un rato mas y cerca del medio dia volvimos a casa con todas las compras. De la fiesta y para nosotras.
Cuando llegue a casa subi mi cuarto y llame a Adam.
-nunca pense que furas tan insistente…-ronroneo al telefono.
-no te llamo por eso. Necesito un favor.
-lo que quieras mi Princesa.
-me encontraron…-le dije
-¿Cómo dices?-dijo cambiando el tono de voz
-no se si exactamente saben que soy yo. Pero lo que se es que me estan buscando. Pude reconocerlos y ademas recorde las palabras de nuestra ultima charla con mi padre.
-¿Qué te dijo?
-ten cuidqado. Esta vez no te la hice tan facil. Tiene razon. No me había dado cuenta antes, pero el que ya actuara cerca de donde estoy significa una cosa…
-que te encontró.
-si. No puedo irme. Pero mi familia me obliga a ir a un entupido viaje por dos semanas.
-¿y cual es tu pedido?
-¿podras mantener todo bajo control hasta que regrese?
-claro que si. Controlaremos los perímetros.
-pero no pueden con todo. Ya sabes con quien hablar.- le corte la linea. Devia hablar con el jefe de la manada de los lobos. Para que colaboraran después de todo Mark ya sabe todo.
Me dedique a limpiar la casa durante todo el día. Estaba limpiando la sala donde estaba mi hermano recostado en todo el sillon. Me conto que saldria con los amigos a un boliche que estaba ultima moda. Que era nuevo en la ciudad
-¿quieres venir Annnie?- me detube y lo mire.
-¿en serio? Creí que no te gustaba que saliera con tus amigos…
-la verdad es que podrias invitar a tu amiga y saldriamos asi no vas sola-rei ruidosamente-¿Qué?
-ya se por donde pasa esto…
-¿por favor?-sonrio cómplice. Asenti.
-llamare a Sarah.
-por eso me encanta tenerte como hermana. Por que eres la envidia del colegio y por tienes una amiga que esta… uh!-hizo una expresión exagerada. Reí de nuevo.
Termine de limpiar, me bañe y llame a Sarah. Ella acepto, pero no tenia como volver a su casa y mi hno me dijo que la llevaríamos. Así que dentro de unas horas estaria en mi casa para que nos prepararamos.
Mi amiga llego una hora y media mas tarde. Subimos a mi cuarto.
-¿Qué vas a ponerte?-me pregunto sentada en mi cama. Yo estaba buscando los maquillajes.
-un vestido blanco de un solo hombro con un cinturón de cuero y unas sandalias romanas hasta las rodillas de tacon medio. Sencillo. ¿ y tu?
-esto-levanto un vestido verde. Con millones de estampados. Corse y luego unos bolados en la cadera.
-es hermoso-me acerque-pareceras una diva.
-si es ostentoso podría cambiarlo.
-de ninguna manera… te pondras eso.-rio y bajo el vestino.
Nos cambiamos, maquillamos y peinamos. Me rehuse a que se alizara el cabello. Solo rearme sus hermosos bucles. Yo solo deje mi pelo natural. Llevaba bien pintados lo ojos de un color oscuro lo que realsaba mis ojos y un tono rosado en los labios. Ella un delineado suave y solo brillo transparente. Cuando bajamos mi hermano y Max ya estaban esperándonos en la sala.

27°: Verdaderos sentimientos.

Cada vez se hacercaba mas. Su aliento y su intensa mirada me envolvían en una neblina que me impedia pensar con claridad. Yo nunca habia sido de primero actuar y después pensar. Tartaba pero… no podia. Desvie mi rostro y mere hacia otro lado, lo unico que se vei eran paredes de chapa.
-por favor esta vez no la hagas tan difícil…-susuro en mi oido. Su voz me hacia temblar, pero trate de que no se notara-solo… dejame que te muestre lo que eres capaz de provocar en mi. Princesa-susurro contra la piel de mi cuello. Alli deposito un beso. Cerré mis ojos con fuerza. Una parte de mi decia que dejara de reprimir mis sentimientos, pero la parte coerente de mi subconsciente me decia que lo apartara, que no lo dejara aprovecharse de mi vulnerabilidad. Comenzó a depositar pequeños besos en mi cuello y luego fue subiendo hacia mi mandibula, para terminar casi en mis labio. Abri los ojos-¿vas a dejarme?-me beso muy cerca de mis labios
-no puedo…-murmure.
-a mi me parece que si…-con la mano que tenia en mi cintura me tomo de la barbilla e hizo que lo mire. Sonrio y me beso la mejilla hasta llegar a mis labios. Alli se detubo me mire y luego se hacerco mas para besarme con una delicadeza que solo tenia un caballero. Mis emociones hacian remolinos dentro de mi. Me di por vencida y mis labios se movieron junto con los de el. La mano que tenia en mi barbilla la abrio y la dejo el en mi cuello. Con la otra me agarro de la cintura y se me pego lo mas que pudo. Mis brazos perdieros la frigidez y me abrace a su cintura.
De pronto, mi subconsciente ganó y me separe de el, soltandolo. Puse las manos en en su pecho y lo empuje despacio. El se aparto pesadamente.
-por favor…no-susurre. Se corrio y sali e aquel lugar. Agradeci que no me siguiera. Lagrimas desesperadas caian por mis mejillas. La confucion me estaba matando. Solo queria tener todo claro, la respuesta a todo. Pero no podia. Me derrumbe sobre el sillon de la sala de estar. Me dije a mi misma que tenia que pensar claramente, respirar hondo y afrontar la situación. Pero después, ahora tenia cosas que hacer.
Me bañe, tome las llaves del auto negro de Brad, un hermoso audi A1. Se habian llevado el volvo c70 plateado de Melody. Sali a toda velocidad. Deje mi auto en un estacionamiento y camine hacia la biblioteca.
Caminaba segura de mi misma por la calle cuando me lleve un susto que me dejó en medio de la asera parada como una tonta. Lo unico que se me ocurrio fue entrar al local que tenia en la cuadra de en frente. Era otra biblioteca. Pero con libros antiguos. Entre despacio y fingi ver las estanterias. Caminaba para atrás. Eran ellos, ¿como podian estar cerca de mi? Pero claro, ¿Cómo podia ser tan lenta? En que ya hayan actuado cerca de donde me encontraba significaba una cosa. Caminaba hacia atrás cuando vi que giraron, era capaz de reconocerlos por su maldita esencia a…
-lo siento- dije rapidamente. Gire y sonrei
-¿extrañabas la costumbre?-dijo, sus intensos ojos verdes eran capaces de transpazarme.
-emm..-rei nerviosa. No sabia que decir.
-¿ocurre algo?- dijo asomandose por el gran ventanal de en frente.
-¿Cómo puedo salir de aquí sin que me vean?-pregunte distraidamente, mirando un libro de la repisa.
-¿disculpa?
-si, lo que escuchaste y si es mejor… lo antes pocible- le sonrei y segui mirando el libro. El me agarro del razo y me obligo a mirarlo.
-dime que ocurre- me exigio. Suspire. Cuanto mas se lo iva a ocultar.
-estan buscandome. Necesito salir de aca lo antes pocible. Por fevor-le suplique
-¿Quién? ¿robaste, hiciste algo malo?-
-¡no!-dije sin levantar la voz-esa no es la razon. Si me sacas de aquí… te lo dire todo-dije con resignacio. Tambien me ocultaba algo y no era capaz de ser sincero con migo.
-esta bien- me tomo de la mano y pasamos por la caja registradora hacia una puerta interior. Salimos a una callecita interior. Mas bien, era un callejón-sube-me indico. Era una moto super grande
-¿Cuántos vehículos tienes?
-solo sube-sonrio. Me subi y me aferre a su cintura. Arranco y salimos por la carretera contraria, hacia el océano.
Estacionamos en la entrada de un muelle hacia el Océano. No habia nada, ni un barco ni nada. Sin detnerme. Baje y comence a caminar hacia el borde del muelle. Senti sus rapidos pasos detrás de mi. Me detube y abrace mi cuerpo
-¿vas a contarme que es lo que esta pasando?-susurro detrás mio.
-yano puedo seguir mintindote. Eres una persona muiy especial para mi, no puedo ocultartelo. A demás, tarde o temprano lo ivas a saber.
-me estas asustando…-dijo en el mismo tono de vos que había empleado.
-y eso que no has oido nada-suspire y comence-¿Cómo esta el cielo?
-¿Qué…?
-solo dime-exigí.
-totalmente despejado- dijo confuso. Esto iva a ser difícil
-sigue mirando-solte mi cuerpo y las deje caer. Apenas movi mis manos, el un minuto , la costa se nublo de nuves grises, negras, tormentosas. De que si comenzaba alli mismo, la ferosidad de la tormenta nos mataria.
-wuaw-susurró. Movi mis manos y se despejo como estaba antes.
-¿ves el mar? Esta tranquilo…-dije con serenidad. Con mover mis manos de un lado para el otro las olas comenzaron a moverse. Me habia traido al punto de interseccion perfecto. Las olas se movian con ferocidad y de golpe, frenaron de moverse. La tierra comenzo a temblar bajo nuestrs pies
-¿Qué diablos es esto?-dijo perdiendo la paciencia. Gire y la tierra paro de moverse.
-es lo que soy, lo que es parte de mi.
-¿Qué quieres decir?
-esa es la razon por la que estan buscandome. Me quieren, me necesitan por lo… tengo-señale el collar. en resumen era todo mi vida.
-no entiendo-dijo con cara de cansancio-quiero entenderte, pero no puedo.
-se que es difícil de entender pero te pido que me escuches. De seguro va a parecerte una locura. Pero es verdad. Todos tenemos algo que ocultamos-ojala entendiera mi indirecta, parpadeo y desvio la mirada al oceano.
-te escucho…-murmuro. Mi indirecta si le llego.
Le relate despacio la misma historia que sabia Adam. No podia aguantar las lagrimas al recordar a Mike. Gire para mirar el mar. Mi voz se iva tornando cada ve mas leve, hasta que mi vos se quebro y no pude seguir hablando. Ya le habia contado todo pero no podia reprimir las lágrimas. Abrace mi cuerpo y mire fijo el horizonte.
-duele que alguien no te acepte por lo que eres y debas esconder tu naturalidad de los demas  -sabia de lo que me estaba hablando, pero si hablaba romperia con el llanto, estaba reprimiendo a mas no poder-  siempre hubo diferencias entre mi padre y mi condicion. Por lo que acepte vivir solo en este lugar, por que pertenezco aquí-  asenti. El acaricio mis manos que envolvían mi cuerpo. Yo me solte y seque las lagrimas de mi rostro. El se posó en frente de mi-hey…- susurro envolviendo me en sus brazos-¿Qué recuerdo es el que prime tu corazón?-pareció darse cuenta. Acepto la noticica con naturalidad.
-mi amigo… esta muerto.
-pero si tu hubieras hecho lo del circulo, ¿tan bien hubieras… muerto?
-es difícil de explicar. A mi no podria matarme, por una obvia razón. Pero si tiene que hacerlo lo ara.-el parecio ponerse tenso.
-¿Cuál es tu mision específicamente?-susurro en mi cabello. Aun no me habia soltado.
-proteger-
-¿a…?-queria que hablara mas
-la gente especial.
-¿podrias decir todo en una misma oracion?
-¿Qué quieres escuchar?- me separe de el y dejo caer sus brazos. Cruce los brazos en el pecho, el aire de la costa se estaba poniendo fresco.
-¿lo sabes?-asenti con la cabeza. Para que mentirle. Pero no parecio molestarle-¿Cómo?
-esto…-le mostre mi collar-es… como mi alma, mi guia. Todo lo que soy se resume a este pequeño cristal y mi don se centra en ella, puede actuar por si sola y mostrarme en colores con que tipo de personas estoy rodeada.
-¿lo supiste…?
-en la clase de Biologia-lo interrumpí. El asintió
-¿por que huias de mi?
-no huia, Mark. Necesitaba pensar y no me dejaban espacio-me miro y entendio mi doble sentido.
-solo una pregunta mas…-asenti. Sabia que era esa incomoda pregunta- ¿Qué pasa entre tu y Adam?-esa pregunta era la mas incomoda de todas. Mis sentimientos aun no estaban claros pero sabia lo que queria.
-nada-dije serenamente-lo que haya pasado esparte del pasado- para que mentirle de nuevo, solo le dije eso por prevencion y después no me tome como mentirosa. Suspiro profundamente y se dio la vuelta-demasiada información como para poder asimilarla.
-no es eso-murmuro después de un rato pero no volteo. Respiro hondo de nuevo, parecia tomar fuerzas y giro de nuevo-he querido decirte esto desde hace mucho tiempo pero no habia oportunidad -me quede helada- desde que te conozco… me vuelves loco- esa parecia ser mi especializacio- todo de ti es capas de marearme. Lo que siento por ti es incomparable con algo mas, siento que si no estoy cerca de ti voy a morir, que si no estas a mi lado… de un momento al otro podrias desaparecer y eso me mataria. Desde que te conozco… eres la única que ocupa mi mente.- con sus manos agarro con suavida mi rostro, no podia decir ni una palabra, aunque tal vez no fueran necesarias…- esto es mas bien reciente, pero tengo claro lo que quiero, y te quiero a ti, Annie.-con una ternura y una suavidad impresionante sus labios encontraron el camino hacia los mios. entrelace mis brazos a su cuello haciendo puntitas de pie para poder besarlo mejor. El me envolvió con sus brazos la cintura. Se sentian como cadenas, cadenas con candado de las que nunca querría escapar.

28°: Confusión.

El ultimo dia de la semana. Estaba sentada en la segunda clase del dia, absorta en mis pensamiento. Hoy tenia que volver a esa biblioteca. Tenia que encontrar algo sobre costumbres antiguas esa era la unica forma de encontrar a las pocas personas que me faltaban. Claramente después de que mi mejor amigo falleciera. El libro me develo secretos fascinantes. Todo relacionado con mi padre giraba alrededor de la corrupción, el engaño, las mentiras y la estafa. Si Mike no hubiera llegado Huinca a mi vida. Talve estaria casandome con ese principe solo para el bien de mi padre. El fue quien me abrio los ojos. La memoria de Siarella y Mike, se merecían que lucharan por ellos. El dever de Mike, habia sido protegerme de todo mal y lo habia hecho. El decia que yo lo cuidaba demasiado, pero me precupaba como amigo que era y por que era alguien de mayor nivel que un simple sirviente. Para mi el era un profesor de magia y un preincipe. Cuando mi hermana tubo un hijo de la bestia que la maltrataba se dijo que se murio al instante de nacer por que era un niño que no gozaba de buena salud. Tubo un entierro funebre correcto. Yo misma me encargue de eso ya que Siarella estaba sumida en dolor. Mi padre y el padre del niño se ocuparon del cuerpo. Jamas lo vi.
El dia paso relativamente despacio. Estube con Sarah y menciono que me vi distante y le dije que tenia demasiadas cosas en la cabeza y que cuando pudiera asimilarlas se las contaria. Los habia encontrado charlando con mi hermano. Lo que solo me hizo sonreir y no  preguntar. Pero confeso que le parecia un muchacho bueno, le caia bien y le parecia atractivo. No dije nada al respecto, mi hermano se merecia una vida privada, pero me dio una puntada de celos que se estubiera robando a mi mejor amiga. Mel seguia discreta con respecto al tema Mark, pero se lo agradeci, por que era mejor para mi. Habian cancelado la clase después del almuerzo para la organización del prestigioso baile de fin de año. A la salida sali de la clase y fui directamente a mi auto. Tome una gaseo. Zack salia mas tarde, asi que le deje las llaves y comence a caminar a hacia casa. Era un hermoso dia y el sol te llegaba despacio, habia una dukce brisa. Camine despacio disfrutamdo del sol. Pasaria dos semanas en pleno frio. Cuando caminaba tranquila por la calle. Tocaron bocina a mi lado. Gire despacio.
-¿se rompio tu auto?
-nop-dije y continue caminando
-¿quieres que te lleve?-negue con la cabeza
-por lo que veo te falta bastante…-tartaba de convencerme
-quiero caminar, Adam.
-como quieras…-dijo molesto, acelero doblo en la primera esquina.
Cuando caminaba llegando a la esquina donde estaban construyendo. Algo me agarro de la cintura y me metio en lugar oscuro detrás de unas paredes metalicas. No se veia la calle desde ahí-¿Por qué lo haces?-dijo casi perdiendo el control. Me tenia prisionera, apoyada contra una de las paredes de chapa. Con una mano me manteni de la cintura apoyada contra su cuerpo y con la otra se apoyaba en la pared.
-¿hacer que?
-rechazarme. He tratado con todo y no respondes a nada. Ya no se que hacer. Me vuelves loco…-dijo sin levantar el tono de voz-solo quiero que me digas por que…
-estas acostumbrado que todas se mueran solo por que las saludes. Lo siento, ese no es mi caso.
-no te niegues. Esto me duele…-dijo y en una rapida maniobra. Me aplasto con su cuerpo en la pared de chapa suavemente. No dejandome escapatoria-me duele sentirte tal lejos-su rostro estaba a milímetros del mio. Podia sentir su aliento helado. Me envolvia una catarata de sentimientos. Solo queria salir corriendo de alli, pero a la vez no. Este chico solo me provocaba una cosa, confusión.  

27°: El Principio de algo grande

En la ultima clase habia tenido examen y si terminaba antes podia irme. Era fácil por lo que me fui un rato después de que tocara el timbre de media hora de clases.
Esperaba impaciente en el pasillo del tercer piso centada en el suelo frente a la sala cinco de matematicas. Cuando se habrió la puerta y me sacaron de la distracción. Salia con una sonrisa de oreja a oreja. Me levante rapidamente.
-¿y?-insisti. Creo que yo estaba mas inquieta que el. Dejo relucir su perfecta sonrisa blanca y sus intensos ojos verdes brillaron. Sonrei tambien, intuición.
-¡10!-dijo tomandome por la cintura. Me prendi a su cuello y me hizo girar una vuelta. Reimos juntos. Cuando me bajo no m solto, se quedo mirandome sonriente.
-te lo dije…-le sonrei como para romper el silencio. Alguien mas salio y el giró.
-¿y?-le pregunto. Me solto.
-seis-me hizo una mueca. El le hizo una seña, se saludaron y se fue.
-¿tienes contra turno?-negue ocn la cabeza-entonces… ¿festejamos?
En el centro fuimos a un hermoso lugar con aspecto familiar y acojedor. Cenamos parrillada para el, algo vegetariano para mi. Hablamos de lo bien que le habia ido gracias a mi ayuda. Reimos todo el tiempo. En resumen la pasamos bien. Me dejo en casa. Yo le dejado la llave Zack para que llevara el mi auto. Trataba de estar bien lo mas que podia por que en mi memoria pesaba el recuerdo de mi ejor amigo y de mi adorada hermana que hoy disfrutaba de a compañia de mi madre, en un lugar mejor.
Le mencione que habia olvidado unos libros y me siguió hasta la sala donde habiamos estado la noche anterior. No hay nadie. Tome los libros de la repisa y cuando gire estaba tan cerca mio. Lo mire a los ojos el sonrio. Por primera vez lo que habia estado negando
me a ver. Tomo los libros sin dejar de mirarme. Instantáneamente desvie la vista. Aun estaba demasiado cerca de mi.
-devo irme…-dijo y volvi a mirarlo.
-¿muchas cosas por hacer?-dije como al pasar. Asintió sin dejar su hermosa sonrisa.
Lo acompañe hasta la puerta y se fue en su enorme camioneta negra. Agarre el telefono y llame a Sarah.
-tenemos una fiesta que planear, amiga- le dije. Nos pasamos toda la tarde planeando la fiesta. Mel llego temprano y tambien aporto ideas. Todo una genia. Pasamos una linda tarde de chicas. Tomamos te aromatico de la india y compartimos cosas. Me di cuenta de que sin Mel, seria otra cosa de mi. Ella era todo una mujer con la que podia hablar cosas que jamas me habría atrevido a mencionar con uno de mis hermanos, y mi amiga, era especial.

Recostada en mi cama hice un retroceso del dia. ¿Por qué no me molestaba que Mark estuviera tanto tiempo conmigo? ¿por que siempre disfrutaba al maximo de su compañía? Como teniendo miedo de que de un momento para el otro pudiera irse y dejarme alli sola. Me encantaba que esubiera a mi lado en cada receso y ya no me importara lo que dijeran a mis espaldas. No me importaba que dijeran de que como me atrevia a andar con un profesor. Pero no eramos nada, solo eramos amigos. Pero claro ahora entendia por que la gente decia esas cosas. Me imagine la imagen que le dariamos a los demas. siempre juntos… y por que esas señas con el compañero de Mark. Claro, ahora todo cobraba sentido en mi cabeza.

26°: Profesora Particular.

Hablamos sobre lo que ya le habia dicho, no tenia nada mas para contarle. Después de un rato mientras me llevaba a casa hablamos de a dónde no iriamos en las vacaciones de invierno. Se dio cuenta de que en mi casa habia gente y se bajo en la esquina. Lo salude y se fue.
Estacione en frente de la casa, habia una impresionante camioneta negra en frente de la casa.-alguno de los ricachones amigos de Brad-pense. Entre y deje mi bolso. Me lleve una sorpresa cuando entre en el comedor. A las carcajadas estaban Mark y mi hermano menor. Sonrei ante esa imagen y salude.
-¿Dónde estuviste?-rei amargamente
-larga historia… pero… ¿Qué esta pasando aquí? ¿Fiesta de chicos? Si molesto puedo…
-no…-dijeron al unísono. Reí y ellos tambien
-¿tomaron algo?- negaron con la cabeza calmando las risas.
-bueno… me voy. Suerte.-frunci el seño. Se estrecharon las manos y Zack se fue. Me sente en donde habia estado mi hermano.
-vine a pedirte ayuda…-dijo seriamente.
-si… ¿en que puedo ayudarte?-dije dudosa
-solo tu fuiste capas de resolver ese ejercicio de matematicas. Llegue a la clase siendo el unico que lo habia hecho. Esto es mas de lo mismo pero llevo dias quemandome la cabeza y no avanzo. Te llame cien veces y no contestabas. Pero me equivoque de fecha y estoy volviendo me loco. El examen es mañana.
-si… olvide mi telefono.
-cuando te llame aquí me atendio tu hermano y me dijo que vinier que no tardabas en llegar.
-bueno… ¿empezamos?- fui hasta el estante y saque un cuaderno y un par de lapiceras y lápices. Dejó sobre la mesa sus apuntes y ejercicio. Me sente a su lado y tome los ejercicios. No eran complicados. Los estudios que tenia como princesa eran demasiado avanzado. Por eso siempre me iva demasiado bien en la escuela.
Le hice repasar un poco lo teorico e iva repitiendo con migo para que lo aprendiera mas facil. Después lo deje resolver solo un par de ejercicios y se confundia fácilmente. Le enseñe a resolverlos despacio y a separar en terminos para confundirse. Parecia tecnica de niños pero le salian mejor así. Le explique los más difíciles. Recién eran las nueve cuando Zack entro en la habitación.
-malas noticias-dijo con cara de exageración.
-¿Qué ocurre?-dije con el ceño fruncido.
-Mel no viene…
-no me digas…-loo que significaba que tenia que cocinar yo.
-¿Qué ocurre?-dijo Mark
-la cocinera no viene y río.
-mi cuñada-le dije. El sonrío.
-¿y por que son malas noticias?-me miró.
-significa que tiene que cocinar. Yo soy un desastre…-dijo Zack y se fue.
-¿podrías terminar esto solo?- el asintió.-en seguida vengo, le sonreí y me retire.

Estar ahí junto a ella era mas que estar en el cielo. Sentia dolor cuando no estaba junto a ella y ese momento… era perfecto. El anciano me habia dicho que para un lobo estar enamorado era señal de que esa muchacha era la que se elegia para estar para siempre. Me senti feliz de imaginarme un momento amoroso con ella.
Haría algo sencillo. No queria pedir una pizza, eran horribles. Cocinaria pastas con abundante salsa para mi invitado y mi hno. Rápido como para poder seguir con la enseñanza. La comida estaria tal vez en media hora. Puse el agua y deje todo preparado para la salsa.
-espero que te gusten las pastas-dije entrando al salón donde estaba Mark, con el ceño fruncido metido en su ejercicio. Me acerque… aun no había dicho nada- no hiciste lo que te dije-susurre. Cas pude escuchar un clic en su cabeza y borro y comenzó de nuevo hasta que le salio. Sonrío feliz
-no se que haría sin ti-reí sentándome de nuevo.
-reprobar un examen…-dije y me sonrio-¿te quedaras a cenar?-pregunte
-si tu invitas…
-¡ yo invito!-dijo Zack dejando una cerveza en la mesa
Hicimos un break y después cenamos. Reimos, hablamos de la escuela., de los examenes,  de las carrerasy anecdotas. Tomamos cerveza con la comida, que por cierto pareció agradarles. Mientras lavaba los platos en la cocina Mark se habia sentado en la mesada, estaba justo detrás de mi.
-no te molesta el cabello tan laargo?-rei. A veces hacia esas preguntas descolocadas.
-no… me encanta tenerlo tan largo-era bastante alta y el cabello me llegaba hasta la cadera. Pero no paraba de parecer pequeña al lado de mi amigo.
Termine con el aseo y nos dirigimos al comedor a la pasada vimos que Zack veia una pelicula en la sala.
Era cerca de la media noche cuando aun nos faltaban unos cuantos temas por terminar. Mark no parecia en absoluto cansado y prefirió seguir adelante con la practica solo si yo estaba de acuerdo. Acepte.
-¿estas cansado?- le pregunte cuando revisaba su ejercicio. Eran largos y complicados. Pero ya habia conseguido resolverlos con mas agilidad.
-no, para nada ¿tu?-negue con la cabeza, habia algo que estaba mal…
-cuando cambias un termino al otro lado del ejercico se sup…-alguien se aclaro la garganta en la puerta del salon. Mire y estaba Brad alli parado y por detrás pude ver a Mel como miraba, sonrei y luego comenzaba subir las escaleras. Me acorde cuando ella me habia visto llegando a casa con y no habia hecho comentarios al respecto. Me pare y deje las cosas-Brad…-dije-el Mark y estoy ayudando lo con matematicas- mire a mi amigo- el es mi hermano Brad- se estrecharon las manos y me hizo una seña de que lo siguiera.-en seguida vengo. Sigue con ese-le señale una hoja donde habia uno mas complicado.
-¿Qué pasa?- dije entrando en la cocina
-¿Qué significa esto?
-no sabia que vendria y no voy a hecharlo. Solo estoy ayudando con par de ejercicios…
-¿planeas quedarte mucho tiempo?- asenti
-lo que sea necesario…-el asintió y salio. Subio las escaleras.
Entre en la habitacio. El me miro, estaba cerio.
-¿Dónde quedamos?-dije sentando me en mi lugar.-ha…-segui con lo que le estaba diciendo.
Pasaron tres horas, seguimos practicando. Le corregia un egercicio cuando i que habia cerrado los ojos, estaba apoyado en la mesa sobre sus manos.
-sena mejor que te vallas a dormir-abrio los ojos, le sonrei-ya terminamos.
-ok-dijo junto sus cosas. Y las guardo en un bolso que traia. Sonrio cansado.
-suerte para mañana.
-gracias-me abrazó con fuerza y yo me abrace a su cuello   /de nada- me solto. Le sonrei
-estare en el salon cinco del tercer piso- dijo cuando se iva. Reí y espere que se fuera.

25°: La Verdad

Necesitaba de alguien que supiera comprenderme. Pero el único que lo sabia hacer ya no estaba para mi. Mientras más recordaba mas lloraba. Adam no decía nada, acariciaba mi espalda suavemente tratando de consolarme. ¿hasta que punto llegaba su ambicion? No lo podia asimilar. Me separe despacio de Adam, los asientos estaban unidos, ja un pequeño truco. El estaba callado pero las preguntas flotaban en el aire.
-gracias-murmure
-de nada-murmuró. No estabamos ni cerca de mi casa ni de aquel lugar. Con un leve recuerdo se me oprimió el corazón-necesito…-se callo
-te diré todo lo que quieres saber-conteste ceriamente. El asintió.
-solo… empieza por donde tu quieras-dijo despacio. Asenti y suspire-¿Por qué estas aquí?-dijo apoyandose en el asiento y acomodandose para mirarme fijamente.
-donde yo vivo o vivía. Es fantastico. Un hermoso país libre. Cada persona es especial en ese lugar. Allí, es diferente de aquí. Existe la monarquia aún. El rey es una persona ambisiosa. Todo su mundo gira alrededor del oro, el dinero y la obtención de las tierras. Cuando me fui estaba creando un ejercito con los hombres mas poderosos. Pero no eran demasiados, la generacion mucho mas joven era la poderosa- una lágrima callo por mi mejilla ante el mal recuerdo- la que el necesitaba. Todo se convirtió en una masacre. La Guardia del Rey capturaba a tos los poderosos niños, adolescentes, muchachos y adultos. El que se negaba era obligado, dado que no lo podian matar por que lo necesitaban. Pero las familias de los niños que se oponian se los mataba para que no causaran rebelión. El Rey tenia dos hijas, frustrado de que su esposa no le diera el primogénito varón, la fue matando poco a poco de soledad, tristeza, desesperanza. La encerraba en un cuarto y le impedia salir y tener vida social. Su delicado corazon no aguantó y murio con el paso del tiempo. Su hija mayor se habia enamorado del criado de su hermana. Cuando se enteró fue como la furia en persona. La obligó a casarse con el Rey del Norte. Pero no le importo como iba su vida, por que la aborrecía por manchar su reputacion aunque no se hizo publico. El la golpeaba, se negaba a dormir en su misma cama, la agresión se habia tornado en una diversión para el Rey, un día totalmente borracho la golpeó hasta matarla. Pero obvio, se dijo que fue una causa natural. Esto no le movio ni un pelo a su padre por que solo habia sido un punto mas para él, las tierras del Norte Fogoso estaban unidas a las del Sur Congelado, ademas habia ganado la batalla por el Oeste Airoso , solo le queda por conquistar el Este Terroso. Pero este territorio no es de fácil conquista. Tiene un Rey demasiado virjo y tres principes demasiado inteligentes a su proteccion. Son jóvenes, agiles y sobretodo poseen de un gran don, uno especial. Son trillizos hijos de una estrella. Poseen el ingenio infinito, lo que los hace superiores.
El rey tenia en contra a su hija menor y sabia el potencial que esta tenia, estaba al nivel de uno de ellos. Por lo que acepto la segunda propuesta. Que su hija menor heredera al trono se casara con uno de ellos. El le tenia miedo, ella no era su clase de rival. Pero desapareció, los Reyes le daban dos puestas de luna para encontrarla. Lo que significaría un mes. Pero no la encontro y su obsecion le impedia esperar. Por lo que tomo la primera propuesta. Crear una batalla para derrotar al Imperio.-me quede callada.
-¿y en que te relaciona eso a ti?
-yo soy la Princesa heredera al trono que debe casarce con el hijo mayor- el se quedó callado tratando de asimilar la respuesta. Al ver que no respondia agregue-me fui por que no aceptaba la tirania de mi padre. Como mataba a personas inocentes. Haciendo magia antigua para que los niños crecieran de golpe y poderlos usar como animales en una estupida batalla.
-pero… huiste.
-si, era la unica forma de detener la batalla. Mike, me ayudo muchisimo. Mi padre no sabia a quien me habia dado como criado. Era el principe de las lejanías. Lo reconoci de inmediato. De niña habia hecho un viaje con mi hermana y mi madre hacia esas tierras y como la Reina y las princesas que eramos nos recibio en su casa el Rey y él, el principe. El habia uído de sus tierras por que su Imperio habia caido. Devido a su raza se mezclo con los negros y simuló ser un exclavo. En la subasta no dude ni un instante lo elegí a el y después le pregunte que hacia allí y me conto la historia. Otra vez mi padre habia actuado. Se habia apoderado de las tierras lejanas. Sus poderes eran asombrosos y sobretodo manipulaba a la perfeccion las artes antiguas. El me enseño todo lo que sé.
-pero cuando se enteró de lo de el y tu hermana…-entendi la pregunta
-Siarella, no era buena utilizando los poderes y no podía hacer mucho, pero a ella eso no le importaba. Estaba profundamente enamorada de Mike y el de ella. como el pasaba mas tiempo con migo ella dudaba. Entonces pedi un cambio y dije que el seria de ella y su criada seria para mi. El Rey lo acepto sin mucho interes, pero meses después empezó a dudar hasta que se entero por mi buchona criada. Cuando fue a buscarlo el habia desaparecido, habia huído. Por que yo le rogué que se fuera. Si lo mataban Siarella sufriría mas. Se convencio y se fue. Tiempo pasó y las cosas fueron pasando. Entonces acepte la idea de huir con él.
-¿y que es lo que tienes que hacer aquí?
-esa es la pregunta por la que me has hecho sufrir
-no mas que yo…-tenia razón
-su “malévolo”  plan no funcionara. Es de lo que Mike y yo sabiamos pero nadie se atrevia a enfrentar la furia del Rey. Mike tenia una amiga futurista. La que nos dijo que el plan fallarlo y entonces buscaria a especies terrestres para asegurarse del plan con poderes que antes los hermanos no se hayan encontrado. Es mi dever proteger a cada una de esas personas y adivina que… tú eres una de ellas.-por primera vez lo miraba a los ojos. Tenia el rostro sereno y escuchaba atentamente. El me sonrio y yo me enderecé.
-tengo dos dudas-dijo
-empieza por una
-si Ann. Vivio con esa familia desde que nacio. Como es que…-no tenia nada concreto para preguntar.
-Mike escondio el cuerpo de la Princesa e introducio el espiritu de ella en el cuerpo de Ann-el asintió
-¿y como es el nombre de la Princesa?-sonrió
-¿esa es la duda dos?-el sonrio y nego con la cabeza- Emma
-que lindo nombre
-siguiente- dije.
-¿Por qué dijiste que tu padre te tenía miedo?-creí que no se daria cuenta.
-¿sabes lo que es esto?-subi mi mano y le enseñe el collar- cuando era pequeña, me encantaba ir a los lagos con mi madre y mostrarle todo lo que podia hacer. Entonces ella me dio esto. Me dijo que se lo habia dado una gitana. Es el corazon de una estrella. Dijo que la pureza de mi comrazón me habia convertido en la heredera digna de un trono junto a las estrellas. Cuando tenia quince años, estaba en mi lago preferido. Una luz descendió del cielo y se paro en frente de mí. Me marcó y me dijo que permaneceria joven para siempre para luchar por la paz y la libertad de todas las tierras. Dejando en mis manos el reinado del cielo. Cuando mi madre murió, le conto todo a su criada y esta tenia la obligación de contarlo todo. Mi padre me ha conciderado oro. Pero siempre, la llave para su fortuna y reinado. Pero al tenerme en contra, su mundo depende de mi.

23 ene 2011

24°: La Señal

Mientras Adam manejaba  a toda velocidad. Trataba de concentrarme. Con el libro abierto y el collar en medio, pero debido al movimiento era imposible. Estaba tratando ubicar a los secuaces. Si habían actuado habían utilizado la magia recientemente. Pero el collar no percibía nada. Gruñí por lo bajo. Me estaba desesperando.
-¿quieres que me detenga para que puedas estar mas quieta?
-¡No! ¡Sigue!-le grité... luego me di cuenta de que se quedo callado- lo siento, estoy alterada-susurre sin levantar la vista- escuche su risita suave.
-ya llegamos
-ya te tengo…-murmure. El collar se detuvo. Antes de que pudiera preguntar baje del auto. Pero era mejor que no dijera nada.
-por aquí-camine detrás de él. Su familia estaba reunida y hablaban despacio. Parecían discutir.
-¿ella?- pregunto una muchacha de cabello corto, lacio y colorado. Sus ojos azules intensos miraron a Adam. Todos tenían el ceño fruncido.
-¿no se los dijiste?-pensé que habría de ser capas de contarle todo a su familia.
-No…-dijo.
-Será mejor que empieces a hablar-lo amenazo la misma muchacha.
Mientras el le contaba todo lo que sabia, mire el prado. Lleno de árboles y hojas sueltas. Me acerque a lo que parecía un cuerpo. Deje de respirar por un instante. Un intenso dolor me invadió. Me impedía respirar. Me sentía sofocada. Me apoye en un árbol y trate de respirar. Me costaba pensar. Se me aflojaron las piernas y perdí la estabilidad. Adam me sostuvo antes de caer y no me soltó. Todos estaban atentos. Mientras mas cerca estaba de aquel cuerpo mas podía sentirlo… sufrir.
-esta muerto-dijo la muchacha que parecía que no iba a callarse nunca.
-no…-me enderece pero no podía mantenerme en pie. Adam me tenia de la cintura.
-osea…-dijo en tono irónico. Cada ve me sentía peor-no respira. Es obvio que este muerto- tenia ganas de golpearla. Respire profundo y cree la barrera. Lo que me permitía sentirme mejor. Pude separarme de Adam que al parecer no quería soltarme. Me acerque al cuerpo. El sufrimiento era un sentimiento intenso me traspasaba con todas fuerzas. Respire profundo para poder evitar que entrara a mi cuerpo y mi mente.
El cuerpo estaba perfecta me tendido boca arriba inmóvil. Habían utilizado magia antigua. Los poderes antiguos tenían poderes impenetrables. Alguien del linaje se las había enseñado. O eran del linaje. Solo reyes y herederos al trono sabían el secreto. Como yo, yo sabia el secreto que tanto inquietaba a mi padre. El podía hacer cosas difícil. Pero mi habilidad era superior a la de el. A lo que le temía.
El cuerpo, no lo reconocí. Era solo victima. Estaba dentro de un círculo azul. Lo que significaba una cosa. Me agache al costado. Podía escuchar que susurraban. Pero me mantenía concentrada. Me pare y vi que dentro del círculo estaba escrito en mi idioma. Que era una mezcla de signos con letras árabes. Solo una persona escribía de ese modo y si estaba aquí… estaba perdida. Necesitaba a Mike, lo antes posible.
Subí mis manos juntas para poder sentir la intensidad del conjuro.
-¡No!-dijo Adam a mis espaldas. Gire rápidamente y baje las manos
-¿Qué?-exclamé
-podría ser peligroso-le sonreí y negué con la cabeza-espera…-murmuro
-¿esperar que? Si espero podría morir. Es lo que debo evitar y lo sabes-dije con vos suplicante. Toda su familia estaba atenta a la conversación. Asintió y se mordió el labio. Un gesto tan lindo en el. Repetí lo de las manos. Pero esta vez con el collar entrelazado a mis dedos. Odiar sentir la burbuja, me impedía tocar el cuerpo. Esa era la razón por la cual lo creían muerto. Me coloque en cuclillas y toque la línea azul. Fue intenso. Gemí y vi todo como una película. Vi como lo habían adormecido. Como habían ido haciendo el círculo y quienes lo habían hecho. No había caído en la cuenta, eso quería… que achura. Pero no podía no hacer nada. Quite las manos y la fuerza me empujó hacia atrás quedando sentada. Las lágrimas silenciosas caían por mis mejillas. No podía moverme.
-sabes que no puedes hacer nada…-dijo una voz conocida a mi espalda.
Adam me tomo de la cintura y me ayudó a levantarme. Le hizo un gesto al las demás personas y se retiraron.
-deja que te vea- Adam me miro con el ceño fruncido. Supuse que lo vio a mi lado y trato de apartarme aplastando me contra su cuerpo-no va a hacerte nada-dije mirando Adam que se negó a soltarme.
-¿lo conoces? ¿Quién eres?-dijo nervioso. Mike solo sonrió.
-el es Mike. Mi… protector-Mike me miro sonriente, con un brillo especial.
-¿Qué es lo que esta pasando?-dijo Adam perdiendo la paciencia. Me libere de sus brazos. Le hice una seña de silencio y le dije mentalmente <<luego te explico>>. Asintió y se separo de nosotros pero no mucho de mí.
Mike se volvió hacia mí
-debo hacerlo-
-¡No!-me desesperé-yo…
-este es mi deber. Esto es lo que tengo que hacer ¿Cuándo dejaras que te cuide yo, en vez de ser tú la que me cuide?-sonreía, pero la tristeza estaba en su rostro visible, latente.
-por favor… el no podrá hacerme nada.
-sabes que solo le importa su ambición. Que si tiene que poner en peligro la vida de Siarella o la tuya, no le importará. No le importara que te mueras. Como le paso a ella- una lágrima callo por su mejilla. Le bese su rostro y lo abracé. Sentía su dolor más el del pobre cuerpo. Iba a explotar-lo siento-dijo y se separo-sabes que te adoro y te aprecio. He esperado este momento por toda mi vida y no me echare para atrás. Be corre, sálvate. El collar te mantiene oculta-comenzaba lloriquear. Asentí
-también te adoro-le dije con la garganta hecha un nudo.
-sonríe. Así quiero recordarte. Ahora estaré con ella- sonrío-hora de trabajar. Vete para poder empezar.
Gire y todo lo que pude hacer antes de desvanecerme fue abrazar Adam. Me apretó fuerte contra su cuerpo, era lo que necesitaba en ese momento. Salimos del prado, el acariciaba mi espalda. Sin dar explicaciones me metí en el auto y comencé a llorar desconsoladamente. Adam cruzó una palabras con su progenitor y todos se subieron al otro auto y se fuero. Nosotros fuimos en otra dirección, hacia mi casa.


Se me partía el corazón escucharla llorar con tanto dolor. Tenia ganas de apretarla contra mi cuerpo y decirle cosas tiernas al oído. Odiaba que me produjera estas cosas en mí. Por que yo no era así. Pero ella era mi punto débil. Me debe en un lugar semidesierto, me miro desconcertada. Pero no aguante más y la estreche contar mis brazos. Lloro silenciosamente por unos momentos. Su dolor se convertía en el mío también. Este auto tenía un truco. Apreté unos botones del medio e inmediatamente los asientos delanteros se juntaron. Quedamos aun mas cerca, ella lloraba en mi hombro.

23°: Amenazas

Pasaban los días y no había cambios. Había conocido dos de las personas de la lista. Mi amistad con Sarah era cada vez mas unificada. Pasaba tiempo en mi casa y yo en la de ella. Una de las veces en que fui me crucé a Mark y un amigo, Ian. De igual contextura musculosa de ojos claros, pero no tan bellos como los de mi amigo y la piel un poco mas morena. El amigo del hermano de Sarah, John. Otro como ellos.
Con Mark, éramos buenos amigos. A veces almorzábamos los tres. No se por que pero una vez almorzamos con mi hermano, por que Max no había ido y me pareció que Zack miraba a Sarah. Ella no parecía darse cuenta. ¡Ja! Pero alguien como yo. Notaba las emociones al instante.
Dos meses había pasado y todo parecía ser indiferente. Por algún motivo Adam había dejado de molestarme. No por lo que le había hecho, si no por que le pareció que debía actuar con astucia.
Era miércoles fin de mes. Brad había recibido gran parte de una inversión por lo que iríamos a Salt Lake City, a una cabaña pegada al lago. Me negué pero se complotaron para convencerme. Era un viaje de siete horas en avión y nos quedaríamos unos cinco días. Haría frío por lo que probablemente estaría congelado. Dentro de un mes partiríamos, para las vacaciones de invierno en diciembre. Para luego volver con el plan.
Recién caí en la cuenta de que mi cumpleaños seria en una semana. Tenia que preparar una fiesta para Zack. Ellos lo habían hecho para mí cuando cumplí 16, en realidad los dos pero era mi fiesta.
Recostada en la hamaca paraguaya de mi patio trasero algo llamó mi atención. Me enderece y mire fijamente. De detrás de los árboles salio Adam. Yo puse mala cara, pero no dije nada. El tampoco tenía buen aspecto.
-no vine a molestarte. Solo vine a pedirte ayuda- era la primera vez que lo veía completamente serio.
-¿Qué pasó?-las palabras en mi mente retumbaban. Estaba parada y me maree. De golpe cerré los ojos y me senté-¿estas bien?-dijo agachando se a mi lado. Su voz era lejana.
¿Qué paso Princesita?-una risa-sabia que si lo amenazaba con matarte me diría tu punto débil-otra vez la risa profunda
--déjalo-conseguí pensar con intensidad para que pueda oírme
-¿Qué creíste? ¿Qué te dejaríamos huir así nada más?ten cuidado… esta vez no te la hice tan fácil.
--no estoy huyendo
-¿entonces por que te desapareciste?
--por que nadie debía saberlo. Tenia que hacerlo sola. Tú no me lo permitiste, ahora yo actúo.
-no si estas débil-río- o muerta.
--podrás debilitarme. Pero no matarme.
-no tienes tiempo y la coronación se acerca. Te quiero aquí mismo ¡Ya!-grito.
--no podrás alejarme de este lugar tan fácilmente.
Tan pronto como pude lo hice salir de mi cabeza. Respiraba agitada y Adam tenía la cara contorsionada de la preocupación. Parpadee rápidamente para que seme pasara.
-no puede ser…-murmure
-¿Qué f…-lo interrumpí. Me levante y lo agarre de la mano arrastrándolo hasta adentro. Estaba sola. Entramos tome las llaves de mi auto y se las arrojé.
-llévame- el asintió. Subí por el libro, el collar y  a toda velocidad. En el porche tomamos el de Brad, era más pequeño y más veloz. Ya que habían salido en mi auto.